Al final del día uno se da cuenta que está solo, no importa cuán cercanas estén las personas de uno o cuantos abrazos reciba al día, uno está solo en un frío cuarto de espera o en una plaza llena de niños corriendo.
Con temores, con inseguridades con ese vacío interno que opaca mis ojos, al final del día, de aquel extraño y largo día, cuando ya busqué entre todo, descubro que no soy nada ni tengo a nadie.
Mi alma se desnuda frente a mi misma, mi corazón comienza a temblar, mi mente no entiende nada y mi cuerpo… ese solo quiere correr. Derrocho mi orgullo en palabras y me embriago de melancolía, siento todo, ya no quiero retener nada pero no sé lo que está pasando.
Detrás del largo camino busco mi hogar, y lo encuentro cubierto de espinas, sin embargo me decido a entrar, las espinas destrozan mi piel y mi rostro se llena de sangre, pero ya adentro me siento en paz.
Busca más allá de las heridas la causa de ellas, y sé, que no puedo culpar a nadie, me siento frente a mi alma y comenzamos a hablar: - Que rápido pasa la vida, todo es cuestión de latidos, todo va y viene y yo termino aquí preguntándome quien soy en realidad, mi llanto son las palabras, mi agonía este sentimiento, y mi vida ¿Qué es mi vida?, son suspiros ya estrenados y latidos que no cesan de repetirse una y otra vez, ¿Qué te hice?- Le pregunta mi mente a mi alma, y esta solo se queda callada, aún no ha aprendido a responder esa clase de preguntas, aquellas que duelen con solo ser mencionadas.
Pero de pronto mi alma se desviste de complejos, de resentimientos, de orgullos, de barreras y me deja plasmada una imagen de mi misma, no de lo que fui o de lo que seré sino de lo que soy para ella: - Mis gritos son tu silencio, te arrullo en las noches y no te das cuenta, sos mi escudo pero me estás oprimiendo, el brillo de tus ojos son mis palabras y tus palabras son solo tonterías y caprichos, soy la fuente de donde emanan tus deseos pero no los sabés controlar, tu tiempo es mi perdición porque para mi no existe el tiempo, tu llanto es mi llamado y algunas pocas veces me reflejo en tu sonrrisa, mis miedos son tus preocupaciones y te haces siega ante mi inseguridad, todo lo que siento lo guardo y hoy me pedís que hable con vos, El corazón está destinado a vivir entre polos opuestos y tu no te preocupas por conocerme, buscas tu felicidad y la encontrás… como un estado de ánimo, como algo que también es pasajero y no entiendes que de mi felicidad depende la tuya, hoy sufrí, hoy lloré y vos solo deseabas salir corriendo, por eso te parás frente al espejo y no sabes ni quien sos.
Abrí mis ojos, y deseando encontrar el equilibrio entre mi mente y mi alma para hacer de esta unión de células algo más que una contradicción, continúo el camino hacía lo que busco.
me quito el sombrero ante la persona que escribio esto..,
una enseñanza para todos los q buscamos esa vida nueva gracias amiga..
ANONIMO
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